Cuando estoy entre personas, en mis ojos no falta la sonrisa...
Pero de noches y a solas, a veces me recojo en mí misma; doblo todo lo que hay fuera y lo encierro en un lugar oscuro y frío. Descubro un pozo de melancolía y decido sumergirme en él, como flor que se cierra de noche y se abre al amanecer.
Sí, sé estar triste y llorar de vez en cuando. Seguido pienso en morir y entonces grito, y maldigo, y dejo que todo se vista de negro y vino. Seguido me culpo, seguido los culpo a ellos, seguido nos culpo a todos por seguir viviendo.
Porque, finalmente, estoy viva, soy humana, y como todos, me han condenado a sentir y a morir, ¿a quién le importa lo que yo quiera?.